Ha vuelto de nuevo el otoño, ¡qué bonito!, un año más.
Este año hemos descubierto un nuevo juego muy divertido y válido para mantenerse en forma: mi dueña recoge castañas y yo voy corriendo a por ellas, las mastico y rompo en dos pedazos ante su atenta mirada.
Jugando, el otro día, encontramos un arsenal de armas... o de juguetes... o bueno, de castañas. Algún perro se dedica a recogerlas y guardarlas, pero yo, con mi buen olfato, ¡las he encontrado! No denunciaré el caso a la perricía, porque me vendrán bien cuando ya se hayan caído todas de los castaños y no encuentre ninguna para jugar.
Arsenal de castañas |
En detalle |
No hay comentarios:
Publicar un comentario