Esta tarde nada de correr. Es que hacía calor y ya corrí esta mañana, así que hemos pasado un ratito en el parque tumbados en el césped. La verdad es que me he despertado de la siesta con sueño, mis legañas lo dicen todo. Lo peor es que ni Rabi ni Ana han tenido la delicadeza de quitármelas. Con ellas he salido a la calle, ¡qué vergüenza!
Aquí podéis ver que es cierto lo que os digo de mis legañas |
He pasado el rato haciendo serrín de ese palo gigante. Muerdo el palo porque a veces me duelen los dientes, y para demostrarle a Rabi lo que se puede hacer con unas muelas como las mías. También sé que los perros no comen madera, madera comen las termitas. Y sé que soy un perro, no una termita; por eso no me como el palo. Rabi, en cambio, se come el césped y aún estoy preocupada... ¿Creerá que es una vaca?
Tarde tomando la sombra |
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